En un lugar de Alcalá de Henares, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un cirujano, médico de los de ahora. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos… Se llamaba Don […]