El metro es un lugar en el subsuelo, un transporte subterráneo que nos permite recorrer el camino desde el punto de origen hasta nuestro destino, permitiendo transportar grandes cantidades de personas en distancias cortas con rapidez. Pese a que la tendencia expansiva de las redes de metro de las grandes ciudades las ha llevado a conectar con otros núcleos de población periféricos del área metropolitana, el tipo de servicio que prestan sigue siendo perfectamente independiente y distinguible del que prestan otros sistemas de transporte ferroviarios.
Sin embargo, en Rusia es algo más: sin perder atractivo entre los turistas, que lo visitan como si se tratara de un palacio zarista, no en vano sus estaciones son auténticas obras de arte. Conscientes de su popularidad, las autoridades apenas han retocado las estaciones más antiguas, que conservan sus mármoles, lámparas, frescos, arcos, grabados, barandillas y bancos de madera.
El metro en Rusia no es solamente un transporte, está considerado una obra de arte
El metro de Moscú
Moscú es una ciudad que cuenta con casi 15 millones de habitantes y tiene un tráfico muy intenso, su metro es uno de los primeros del mundo por densidad de pasajeros: transporta alrededor de 3.341.500.000 personas al año y cerca de 9,2 millones de personas lo utilizan al día. Así, para muchos moscovitas ha llegado a ser una parte necesaria de la rutina cotidiana y la mayoría de los pasajeros pasa en él más de una hora diaria.
El Metro de Moscú fue inaugurado en 1935, es el primero del mundo por densidad de pasajeros, transportó en el año 2011 a 2388,8 millones de pasajeros y el día pico fue el 22 de noviembre de 2011 en el cual transportó a 9,27 millones de personas.Tiene 196 estaciones y una longitud de tendido subterráneo de 327,5 kilómetros (tercero en el mundo después de Londres y Nueva York) con 12 líneas.
El metro de Moscú refleja fielmente la propia evolución histórica de la URSS. Su construcción corresponde a una época en la que el lujo era para el pueblo. Es conocido como el Palacio Subterráneo: 44 de sus estaciones están reconocidas como obras monumentales de la arquitectura mundial.
Los soviéticos querían reflejar la grandeza de su nación a través del arte: por eso es llamado el Palacio del Pueblo
El metro de San Petersburgo
El segundo metro de Rusia es el de San Petersburgo. La antigua Leningrado, como su homóloga del sur, Stalingrado, ha pasado a la historia por ser la capital zarista y por la heroica resistencia del pueblo ruso frente a la invasión nazi. Su característica principal es su profundidad: La profundidad media es de 60 metros, pero hay líneas que llegan a estar a 110 metros. Todas las estaciones son de la etapa soviética: Inauguradas en la época de Stalin, las estaciones son auténticas obras de arte. Las tres principales son Vostania, Pushkinskaia y Avtova. Vostania fue una de las primeras estaciones; Pushkinskaia está dedicada al poeta ruso Alexander Pushkin y Avtova es una mirada al pasado, a la antigua Unión Soviética.
Los metros en Rusia son verdaderos museos subterráneos
El metro de Volgogrado
El tercer metro ruso fue el de Volgogrado (Stalingrado), ciudad héroe de la Segunda Guerra Mundial y ahora importante centro industrial, nudo ferroviario y uno de los principales puertos fluviales rusos. Su metro no es subterráneo, se parece más al tranvía, pero transita a una a mayor velocidad, paralelo al cauce del río Volga. La única línea del tranvía rápido inaugurado en 1984 cuenta con 14 estaciones y su longitud es de 13,5 kilómetros, 3,3 de los cuales pasan por debajo de la tierra como en un metro normal.